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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Te extraño

Te extraño.

Despunta la noche entre corolas grises, marchitas,
se desespera el viento entre sueños perdidos.

Te extraño.

Así como te extraña el tiempo que se detuvo,
que se detuvo sin ti.

Te extraño.

Y el olor de tu cabello tortura mi memoria,
herida, culpable, sin forma.

Te extraño.

Mi voz ha perdido sus armónicos, seca,
mi música se desafina.

Te extraño.

Mi mano toma la mano del silencio
y la soledad se ríe de mi mientras me abraza.

Te extraño.

Se desangran mis ojos día a día en una lluvia incontrolable,
se desangra mi ánimo, se apaga la luz.

Te extraño.

Vuelan las faldas de tu blusa por los pasillos de la casa,
suena tu voz en cada esquina de mi mente.

Te extraño.

Tus ojos, abiertos, fijos en mis ojos.
Tus dedos, entrelazados en mi piel.

Te extraño.

Como se extrañan dos pieles desnudas fundidas en el abrazo que habla del futuro,
un abrazo que murió sin haberse hecho realidad.

Te extraño.

Y en cada lágrima que derrama mi alma, muere un poco más.

Te extraño.

Como extraña la luna que la vea reflejada en tus hombros,
como extraña mi olfato el sabor de tu piel.

Te extraño.

Me extrañas...

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